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Pedagogía

La Quinta’l Texu adopta un enfoque educativo personalizado y respetuoso, que prioriza el respeto por la individualidad y el ritmo de desarrollo de cada niño, asegurando que sus necesidades e inquietudes personales sean atendidas. La escuela enfatiza la importancia del tiempo sin prisas para que los niños inicien y desarrollen sus actividades sin presiones externas, promoviendo la confianza en sus capacidades innatas y fomentando la autonomía. Se valora la escucha activa y la educación emocional para facilitar la comunicación y la autorregulación emocional.

La libertad de elección se subraya en todos los aspectos del aprendizaje, permitiendo a los niños decidir sus actividades respetando los límites establecidos para la convivencia armónica. El juego se considera esencial para el desarrollo independiente y social, y se ve como un camino hacia el conocimiento. La educación se concibe de manera integral, relacionando experiencias previas con nuevos aprendizajes a través de la experimentación y el descubrimiento. La institución no separa a los niños por edad, reflejando la mezcla natural de edades en la vida real y proporcionando una variedad de modelos a seguir.

Los ambientes están cuidadosamente preparados para satisfacer las necesidades de los niños, ofreciendo seguridad tanto física como emocional. Estos espacios son dinámicos y se adaptan a las necesidades cambiantes de los estudiantes. Dentro de estos ambientes estructurados y seguros, se establecen límites claros para garantizar el bienestar y el aprendizaje efectivo.

El colegio también se compromete con la educación en valores, incluyendo la igualdad de género, la conciencia ambiental, la salud y la interculturalidad. La inclusión se ve como el eje central del proyecto, buscando atender la diversidad de necesidades de toda la comunidad escolar.

La filosofía educativa se centra en un aprendizaje centrado en el estudiante, atendiendo a sus ritmos y necesidades individuales. Se prioriza escuchar a los niños y considerar sus necesidades en la planificación educativa. La comunicación efectiva y la empatía son clave en el manejo de conflictos y en la creación de un ambiente escolar democrático y tolerante. Se busca la mejora continua del profesorado a través de la formación en pedagogías activas y se aspira a que la escuela sea un ejemplo de buenas prácticas.

La filosofía educativa del centro se basa en la experimentación y manipulación para aprender, permitiendo que niños y niñas descubran conocimientos a través de la observación y la prueba activa. Se promueve el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) donde los estudiantes eligen sus temas de interés y desarrollan investigaciones, muchas veces culminando en presentaciones. El trabajo cooperativo es fundamental, con estudiantes trabajando en grupos heterogéneos para resolver problemas y aprender unos de otros, mejorando habilidades como el pensamiento crítico y la colaboración.

El aprendizaje dialógico se valora altamente, basado en la idea de que el diálogo entre miembros de la comunidad educativa es crucial para el aprendizaje. La gamificación se implementa para hacer que el aprendizaje sea atractivo y significativo, mientras que la perspectiva coeducativa se enfoca en desafiar y redefinir roles y estereotipos de género, promoviendo la igualdad y la diversidad en todas las áreas de la escuela.

La escuela también se esfuerza por reflejar la diversidad de la sociedad en su currículo y ambiente, desde los juguetes y literatura que se ofrecen hasta el diseño del espacio escolar, incluyendo un patio coeducativo que permite diferentes tipos de juego y aprendizaje social. En resumen, el centro busca ofrecer una educación equitativa y enriquecedora que respete y celebre la diversidad y fomente un entorno de aprendizaje activo y participativo.

Rol del Acompañante

Los acompañantes son educadores, incluyendo maestros, pedagogos y psicopedagogos, que guían y apoyan a los niños en su aprendizaje, respetando sus ritmos personales e intereses.

 

Funciones del Acompañante

El rol del acompañante en el contexto educativo es fundamentalmente de apoyo y guía en el proceso de aprendizaje del niño, respetando su individualidad y ritmo de desarrollo. Los acompañantes confían en la educación como un proceso natural y aseguran un entorno estimulante y seguro, ofreciendo una variedad de materiales y adaptando el ambiente según las necesidades de los niños. Establecen un clima de confianza sin imponer expectativas y actúan como modelos de comportamiento, interviniendo en el aprendizaje de manera respetuosa y solo cuando es necesario, siempre desde un enfoque de observación activa. La disciplina se maneja de manera respetuosa pero firme, y se realiza un seguimiento individualizado de cada estudiante para apoyar su desarrollo. Además, los acompañantes se comprometen a la autoevaluación y la formación continua para enriquecer su práctica educativa.